La Naranja

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El Shabbat 



Por Martha Elena Rangel


Sin ánimo de enseñar botánica pero sí de parecer “científica” debo aclarar que la naranja es una fruta cítrica de la familia de las auranciáceas de rica pulpa y mucha pepa, si usted posee un alto poder adquisitivo, pues puede darse el lujo de comprar la ombligona y evitarse la necesidad de escupir semillas por doquier.

Es tan bendita la fruta que usted puede utilizar la cáscara para brillar los zapatos y así ahorrarse la compra del betún. Claro que muchos de mis hijitos no necesitan de estos beneficios porque solo utilizan tenis o chanclas.

Mirando esta mañana mi jugo del desayuno, sentí una gran tristeza por nuestro hermoso país. En la patria boba se enfrentaron el bando de la Virgen del Rosario contra el del Señor Caído de Monserrate. En las pasadas elecciones se enfrentaron el grupo de la naranja contra la bodega del aguacate y claro, debido a sus múltiples beneficios, que Duque vendía a diestra y siniestra (ya no me gusta la palabrita), pues ganó la naranja.

Yo creo que Duque se inspiró viendo los zapatos tan brillantes de todas las legionarias de María y se dijo:

  • La naranja es hija del naranjo. Árbol muy bonito que produce la aromática flor del azahar y claro mató dos pájaros de un solo tiro. Siembra los millones de árboles a los que en un foro mundial se comprometió, y al mismo tiempo fabrica perfumes.
  • El jugo de naranja es de consumo masivo. Sospecho que impulsa la venta de jugos en la ciclo vía, pues la policía solo persigue a los vendedores de empanadas. Va a sacar de pobres a todos los que le compren ese emprendimiento y de paso a los deportistas porque les va a salir más baratico que la gaseosa.
  • Con la cáscara puede impulsar a los emboladores de la Cofradía del Sagrado Corazón. Creo que este proyecto le falló, porque los señores no quieren trabajar con las manos enmelocotadas y prefieren el vil betún.
  • Con el zumo de Naranja mejora el sistema de salud. Si el ministro de salud, nos convence de prevenir el escorbuto, la bronquitis y la gripe, a punta de la ingesta de su jugo, pues comienza a funcionar por vez primera la ley 100 y el sistema de salud.
  • La utilidad de la pepa. La pepa cumple una doble función, sirve para plantar naranjitos y permite que los artesanos construyan maracas.
  • Determinar el color de la naranja. Queda terminantemente prohibido sembrar naranjas rojas, pues le recuerda a los ciudadanos el castrochavismo enmermelado.
  • Si no nos sirve la economía naranja, le echamos la culpa a la siembra de aguacate.

Nuestro ministro de agricultura está que impulsa el consumo de panela para complementar el inobjetable beneficio de la naranja, es mejor amarillos que verdes dicen.

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