La Prensa y la necesidad de su independencia

AFP-Jean-Michel-CORNU-Sébastien-CASTERAN


El Shabbat 



Por Alexander Quiñones-Moncaleano


está atrasada en muchos debates importantes, importantes para el desarrollo de una sociedad heterogénea y con posibilidades de hallar formas de crecer en todos los aspectos que una sociedad requiere: educación, política, economía, mass medias, y un largo etcétera que no tendríamos espacio para enumerarlos todos. Pero acá lo que queremos llamar la atención es sobre los mass medias o medios de comunicación. Necesitamos un debate urgente sobre la razón de ser de los medios. están para hacer dinero o para generar información. O en su defecto las dos.


Cuando uno abre la puerta de la información y se sienta a pensar en ella, son muchas las preguntas que salen al encuentro. En Colombia los medios de comunicación son pocos los que gozan de este estatus, es decir, que se pueden llamar independientes y con las fronteras bien establecidas para poder informar de manera veraz y contundente. Pues muchos olvidan que su razón de ser es informar y no generar dinero, pero por estos días todos los grandes medios tanto nacionales como locales tienen por encima el generar dinero que informar de una forma eficaz y veraz. pero qué quiere decir esta afirmación. Sencillo, cuando el dinero está por encima o como tu primera razón de ser es el dinero por encima de informar a la sociedad civil la cosa ya no puede ser veraz y objetiva.

Colombia está atrasada en muchos debates importantes, importantes para el desarrollo de una sociedad heterogénea y con posibilidades de hallar formas de crecer en todos los aspectos que una sociedad requiere: educación, política, economía, mass medias, y un largo etcétera que no tendríamos espacio para enumerarlos todos. Pero acá lo que queremos llamar la atención es sobre los mass medias o medios de comunicación. Necesitamos un debate urgente sobre la razón de ser de los medios. están para hacer dinero o para generar información. O en su defecto las dos.

Foto: Carlos Ortega/ EL TIEMPO

Hoy amanecimos con la noticia que el señor de la Nación, fue escogido por uno de los medios nacionales más importantes del país como el personaje del año. Cosa al menos curiosa pues como se sabe El Tiempo es de propiedad del señor Angulo, que no sería nada paradójica si este señor no fuera por años uno de los principales clientes de Néstor Humberto Martínez. Para la sociedad colombiana que no tardó en salir a pronunciarse por redes que esto era un acto de mal gusto por decir lo menos que se dijo en redes. Hay acaso en una noticia cómo esta, sobre todo en la manera como ha estado involucrado Angulo en uno de los últimos escándalos de corrupción de una de sus empresas y que también involucra a Néstor Humberto Martínez. Acá más que independencia lo que se evidencia es una descarada manipulación de parte no solo de Angulo sino de uno de los medios de comunicación de más alcance y fuerza de opinión del país.

Con esto queda muy mal lo que podemos esperar de este diario, y esto tan solo es un ejemplo; porque tendríamos muchos más. Pero esta no es una reflexión centrada en el periódico nacional El Tiempo, ni sobre uno de los hombre más ricos de Colombia, Carlos Sarmiento Angulo. Es una reflexión sobre los medios de comunicación y la sociedad que necesita de estos medios.

Otro de los ejemplos que queremos traer para asirnos de manera practica a la hora de reflexionar es la renuncia del director de un diario regional con mucho impacto social. Y La Silla Vacía nos contó de esta renuncia y nos dejó para hilar finito mucha información.  ” Aunque durante esta semana Vanguardia ha enfrentado un chaparrón en redes sociales por un convenio comercial que firmó con Minesa para hacer novenas navideñas, la verdadera tormenta se vive internamente por un tema que nada tiene que ver con la minera y que remueve las entrañas del diario más importante de Santander.
Sebastián Galvis, quien desde mediados de los 90 dirige la redacción de Vanguardia, renunció. Hay versiones encontradas sobre el detonante de su decisión.”

foto: lasillavacia.com

La Silla sacó varias conclusiones de la renuncia de Sebastián Hiller Galvis, también podemos decir que dejó al garete varias cosas importantes. Como por ejemplo la firma del convenio comercial de Vanguardia con Minesa, que es cuando menos cuestionable. El departamento y su sociedad tiene una puja con la empresa minera por lo que quiere hacer en el páramo y por ende con su agua, y sabemos que Vanguardia a hecho un buen trabajo tratando de informar qué pasa y que ha estado pasando en su departamento y sus ciudades pero queda un poco en entre dicho su palabra u su independencia cuando firma un convenio con una empresa que tiene serios problemas de aceptación con el grueso de la población y no se trata solamente de su independencia, sino de la opinión publicada, sí, la opinión publicada es muy diferente de la opinión publica y un medio ¿debe cuidar más sus finanzas que su independencia para informar?   Para mi esta pregunta es retórica, es decir, se contesta sola. A los medios colombianos poco les importa lo que pueda decir la sociedad civil puesto que saben que se pueden manipular, al menos todavía.

Pero a eso es lo que debemos encaminarnos, y es abrir el debate o aportar algo a ese debate para que la sociedad civil vaya tomando conciencia de la importancia de tener una postura independiente a la hora de informar. Los medios de comunicación no deben estar subordinados al poder económico, y este momento es un momento más que propicio dado que la fuerza de las redes y las versiones digitales a la hora de informar cada vez ganan más poder o redistribuyen mejor la manera como se llega a la sociedad civil, por eso debemos confiar menos en los grandes medios y concederles más voz a los medios realmente independientes, como es el caso de La Silla Vacía, que cada vez hace su trabajo de manera más concienzudo y objetivo. En este mes conocimos la manera como quiere salvaguardar su independencia y nos pareció más que maravillosa, justa: busca seguir funcionando buscando patrocinio por parte de sus lectores, y casos como estos se han visto muchos con éxito al rededor del mundo, esa es una de las maneras de seguir portando algo de independencia que tanto necesita y quiere la sociedad civil de sus medios de comunicación, aunque para ello debamos meternos la mano al bolsillo y donar uno que otro peso para que esas iniciativas de gran periodismo sigan proliferando y los medios tradicionales se vean a avocados a reinventarse o desaparecer.

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