
Chile está en medio de una protesta social que no se venía venir, el llamado paraíso latinoamericano está a punto de cambiar de constitución y de modelo económico, pues el pueblo no quiere que se comenten más abusos en su contra. Pensiones miserables que no dan a sus jubilados la oportunidad de llegara a fin de mes, altos precios en el transporte e impuestos que solo favorecen a los ricos.
Lo que empezó con la protesta por el alza de un tiquete en el metro de Santiago hoy están a punto de cambiar la carta magna. Los manifestantes chilenos quienes están en pie de lucha desde principios de octubre, lo que desean es acabar con la desigualdad que tiene el país en materia de bienestar social. Y uno de sus puntos esenciales es la Constitución política, que fue dictada durante la infame dictadura de Augusto Pinochet, una herencia maldita que para muchos ha tenido un gran impacto en la sociedad chilena contemporánea.
“Una de las cuestiones que más se critican, y por lo mismo se quiere cambiar, tiene que ver con su ilegitimidad de origen: es justamente el hecho de que haya sido dictada durante una dictadura militar”, le dijo Miriam Henríquez Viñas, profesora de Derecho Constitucional y Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado de Santiago. Y aunque la carta magna halla sido modificada con-sustancialmente en los años de 1989 y 2005, para muchos sigue teniendo un origen ilegitimo.
El pueblo quiere un cambio de fondo y por ello llevan varias semanas en las calles y no van a ceder hasta lograr el cambio que buscan. Los chilenos saben que deben cambiar la estructura, y por eso su lucha para llegara al cambio de la Constitución que es la que al final decide en manos de quién debe estar los derechos fundamentales y quienes los administran. Chile ha sido un modelo que se ha mostrado al mundo como un ejemplo a seguir pero que hoy hace aguas. Hoy se sabe que la desigualdad llegó a su límite fáctico y por ello el pueblo se levantó.

El Estado Social de Bienestar
La carta magna de origen pinochista y ya que la privatización fue uno de los pilares del modelo de Pinochet: en su Constitución política, servicios básicos como la luz y el agua potable pasaron a manos privadas, la salud y la educación también. De ahí que el pueblo siga en la calle. Hopy quieren que el modelo de bienestar deje de estar en manos de los privados y que sea el Estado quien provea los servicios y derechos fundamentales.
El pueblo chileno está unido en torno de una sociedad mas igualitaria y con derechos fundamentales que abarquen al ciento por ciento de la población y que la desigualdad deje a cada vez más chilenos en la pobreza extrema. Sus artistas, sus futbolistas y el pueblo en general están unidos para lograr un gran cambio que empezó el 18 de octubre mientras los estudiantes se saltaban los torniquete del metro y en presidente se comía tranquilo una pizza en un local comercial. Hoy no hay vuelta de hoja y la ruta hacia una verdadera inclusión social está marcada, dejando atrás varios cientos de heridos y algunos muertos que dieron la vida por lograr un cambio social profundo.
Ya lo mostró al mundo The New York Times la represión brutal en la que fue sumido el pueblo donde docenas de jóvenes y ciudadanos chilenos perdieron sus ojos a manos de los carabineros.
Los chilenos unidos al rededor de un país más inclusivo y menos desigual. Los artistas y futbolistas de élite se unieron a la causa entre los que destacan están Gary Medel, Arturo Vidal y Mon Laferte.
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