ayer en las horas de la tarde el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez por medio de su cuenta de Twitter dijo sobre la foto que se hizo viral del delincuente y mafioso John Jairo Velásquez Vásquez: ” Rechazo total a esta conducta de parte de contratista del Municipio. Cero tolerancia con esto. Estamos dando una lucha ética en contra de quienes representan y han representado la ilegalidad. Es una ofensa a las víctimas. No más símbolos de ilegalidad.Mi instrucción ha sido clara”. Sin embargo para muchos colombianos paisas y no tan paisas no creen mucho en la postura del alcalde dado sus escándalos y las relaciones que su antiguo secretario de seguridad tenia con las mafias en Medellín.
El episodio ha causado estupor entre los ciudadanos que creen que Popeye es un individuo peligroso y aún así sigue pavoniandose por las ciudades colombianas como si fuera un hombre digno del espectáculo público, otra figura más del jet set nacional. Y por obvias razones sabemos que no es así, pues fue uno de los asesinos más temidos del capo de la mafia más temida que ha pasado por Colombia, un hombre que asesinó y confesó haberlo hecho a sangre fría a más de 4000 mil personas. Un individuo así en un Estado con instituciones fuertes comprometidas con la Justicia, no estaría mostrando su gran poder y espectáculo sino que estaría pagando una larga e incontable condena; pero no, las víctimas de este perverso personaje que aún no han podido sanar las cicatrices que les dejó lo tienen que ver cual divo en la televisión y en los medios impresos como si fueran un modelo de Calvin Klein cualquiera y no el asesino que según él ya pagó ante la justicia de los hombres.
Colombia y sus ciudadanos no pueden seguir rindiendo tributo a un personaje siniestro y perverso como este que aún sigue teniendo vinculos con diferentes mafias en el país. El episodio que nos acaban de mostrar antes de terminar el 2017 nos recuerda que como sociedad debemos aprender más sobre nuestra cruenta y sangrienta historia y que pedir fotos con estos mafiosos no es lo mismo que pedirle una foto al Pibe Valderrama o a el Tino Asprilla; el daño que hizo al país el oscuro Popeye no tiene reparación y menos si otros ciudadanos lo siguen en canales o redes sociales, el re`pudio y oprobio también debe darse por parte de la sociedad como una especie de pacto por mejorar el país y que estos sujetos reciban lecciones por parte de sus compatriotas, porque el control social en ocasiones hace mucho más que otros controles.
Ojalá aprendamos que tenemos una arma contundente para castigar a aquellos que quieran destruir nuestra sociedad.
no critiques, crea
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