
♦ Alberto Santofimio Botero, Manuel Antonio González, jefe de la oficina de división del orden público del DAS, y el director de entonces del DAS Miguel Alfredo Masa Márquez fueron los tres primeros condenados por el magnicidio. En 2016 el Consejo de Estado declaró el crimen como de lesa humanidad
Hoy se cumplen 30 años del asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, un político colombiano que representaba la esperanza para cambiar el rumbo de una nación. Luis Carlos Galán llegó a cumplirle una cita al pueblo colombiano en el municipio de Soacha, Cundinamarca, a pesar de que ya le habían advertido que allí lo iban a asesinar. No le importó, siempre había dicho que no se dejaría intimidar por la mafia ni mucho menos por Pablo Escobar.
Galán le había declarado la guerra a los narcotraficantes y una de sus propuestas de campaña era extraditar a los capos más visibles de los carteles de la droga colombianos, entre ellos el temible Pablo Emilio Escobar Gaviria; fue este último quien pronunció una frase que luego se hizo muy reconocida: prefiero una tumba en Colombia y no una cárcel en EEUU. Escobar Gaviria fue hallado culpable y señalado por ser autor intelectual del magnicidio, además de Jesús Humberto ‘Chucho’ Cortés y Guillermo Laverde Muñoz, también traficantes de narcóticos que secundaron el complot. El cuarto autor intelectual: Gonzalo Rodrígue Cortész Gacha, alis El Mexicano.
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Otro de los actores determinantes y uno de los tres condenados fue Alberto Santofimio Botero, a quien Galán consideraba un mafioso y sabía que debía cuidarse de él. Hoy se sabe que fue quien se encargara de convencer al narco de asesinar a Luis Carlos. Santofimio fue condenado por la Sala de Casación Penal en septiembre de 2011 por su responsabilidad en el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán. En ese entonces, el alto tribunal indicó que Santofimio le habría manifestado al narcotraficante, Pablo Escobar Gaviria, la necesidad de acabar con la vida de Galán por su posición frente a la extradición de nacionales relacionados con el tráfico de drogas. Varios testigos aseguraron que, en una reunión en una finca en Medellín, el líder político le dijo a Escobar: “Mátalo Pablo, mátalo” en referencia a Galán Sarmiento.
Manuel Antonio González y Miguel Masa Márquez también fueron señalados de tener participación primaria en caso. Hay un hombre que es pieza clave en el magnicidio de quien a la fecha no se conoce su paradero y se piensa que fue asesinado. Se trata de Jacobo Alfonso Torregosa Melo, un teniente de la policía que, sin mayor experiencia en asuntos de seguridad, con varias amonestaciones por conductas inadecuadas en su expediente y sin ninguna condecoración fue nombrado jefe de seguridad del hombre más amenazado y perseguido del país. Al parecer, Torregosa fue nombrado para allanarle el camino a los asesinos de Galán. Las irregularidades del caso y los anteriores intentos de asesinar a Galán nos ponen a pensar en un complot que involucra a muchas más personas de las que hasta ahora se sabe.
Galán le declaró la guerra no solo a los narcotraficantes sino a los corruptos y esto en Colombia tiene serias consecuencias. Ya el 4 de agosto de 1989 en Medellín, el terreno de Escobar, se había llevado a cabo un intento de asesinarlo. Días después, Luis Carlos Galán fue declarado muerto a las 10 y 45 de la noche del 18 de agosto de 1989 en el Hospital de Kenedy en Bogotá, después de que las balas de una ametralladora mini Atlanta atravesaran su humanidad en plena Plaza principal del municipio de Soacha.
Las piezas del rompecabezas aún no están todas completas y el crimen no está totalmente esclarecido. Sin embargo, en 2016 el crimen fue declarado como de lesa humanidad, es decir que no prescribirá y tendrán que seguir investigando y llevando ante la justicia a todos los involucrados.
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